Descubrí a
Travis Charest en su primer trabajo para
DC,
Flash Annual #5 (único número que conservo de todos los anuales de
DC que compré en 1992 y que contaban la historia
Eclipso: The Darkness Within), y, aunque gustándome mucho su estilo, no pude evitar catalogarle como un imitador aventajado de
Jim Lee (algo así como lo que
Phil Jimenez es a
George Perez).
Pronto demostró lo equivocado de mi etiqueta con su trabajo en
WildC.A.T.s (de los que confieso avergonzado que sólo tengo el
Special #1, que recuerdo haber comprado exclusivamente por el espectacular dibujo, pero a lo que pondré remedio ahora que se ha editado
Alan Moore: The Complete WildC.A.T.s) y desde entonces no ha dejado de evolucionar como artista.
Lo último que sabíamos de él es que llevaba años trabajando en
Dreamshifters, un nuevo álbum de la saga de
Los Metabarones de
Alejandro Jodorowsky. Hasta que hace unos meses la editorial francesa
Humanoïdes, a la vista del exagerado tiempo que le estaba llevando completar este proyecto, decidió "liberarle" y encargarle las páginas que faltaban a otro dibujante.
Aunque no ha estado completamente apartado del cómic yanqui, porque ha ilustrado
varias portadas para la colección Star Wars: Knights of the Old Republic de Dark Horse, es ahora cuando, después de siete años, se puede decir que
Charest ha vuelto.
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Captain America: The Chosen |
Y aunque su futuro inmediato en Marvel va a estar ligado a las portadas de cierto soldado americano bastante famoso, su sueño sería hacer 12 números de Patrulla-X o Vengadores para que su nombre pasase a ser una pequeña parte de la historia de esos grandes cómics.
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